Existe mucha confusión entre lo que es un papanicolau, una colposcopía, una biopsia y en general qué se debe realizar en una consulta ginecológica de rutina. Empecemos por dejar claro que la primera consulta ginecológica debe realizarse entre los 11 y los 15 años, siempre se hace en compañía de la madre. No suele haber una exploración de los órganos sexuales salvo que existan focos de alarma, pero si se realiza una entrevista con preguntas muy personales sobre los periodos menstruales, relaciones, hábitos y cualquier anomalía que podrían resultar incómodas para algunas personas, pero se realizan para identificar cualquier complicación de salud, de hecho, es posible en este grupo de edad comenzar a vacunar contra el virus del papiloma humano, pues la vacuna es más efectiva antes de comenzar la vida sexual.

Posteriormente, la consulta ginecológica se realiza por lo menos una vez al año, pueden realizarse antes si llegan a existir dolores menstruales intensos, irregularidades en el periodo, dolor durante las relaciones sexuales, anotarse algún bulto en los senos, identificar malos olores, infecciones o en general sospechas de anomalías. En estas consultas puede realizarse una exploración de los órganos para confirmar que todo esté bien, pero al avanzar la edad ya debemos comenzar a prevenir la presencia de cáncer cérvicouterino, por este motivo a partir de los 25 años debe realizarse un papanicolaou o dos años después de haber iniciado vida sexual.

El Papanicolaou, o citología cervical

El papanicolau o citología cervical consiste en introducir un espejo vaginal y un hisopo al cuello del útero y tallar suavemente para recolectar algunas células. Estas células se analizan en el laboratorio y las células normales tienen un solo núcleo pequeño y bien definido. Es normal que existan algunas cuantas células anormales con núcleos más grandes o múltiples núcleos o que parezcan unidas con otras células.

El resultado de un papanicolaou está sujeto a la interpretación del médico, por eso es muy importante realizarlo nuevamente al siguiente año y evaluar si las células anormales aumentan, disminuyen o se mantienen más o menos igual. Si durante dos años seguidos los resultados salen normales puede comenzar a realizarse el papanicolaou cada tres años, ahora bien, una colposcopía se realiza cuando se necesita visualizar el cuello del útero, ya sea porque se sospecha que existan lesiones o cuando los resultados del papanicolaou apuntan hacia una posibilidad de cáncer o una infección del virus del papiloma humano.

La colposcopía

El colposcopio funciona de manera similar a unos binoculares muy potentes y con luz integrada, usualmente el cuello del útero luce uniforme, pero si existen manchas, decoloraciones o cambios de textura se recomienda realizar una biopsia de la zona. La biopsia es un pequeño corte realizado con unas pinzas y en el laboratorio podemos observar muchísimas células y cómo se integran en varias capas del tejido.

Una biopsia normal y sana tiene células jóvenes y pequeñas en la parte interna y células cada vez más grandes y maduras al acercarse al exterior. La hiperplasia ocurre cuando se producen más células de lo normal, generalmente ocurre cuando existe mucho estímulo o fricción. Los callos en las puntas de los dedos o plantas de los pies son un ejemplo de hiperplasia y son relativamente normales y tratables, pero cuando la cantidad de células anormales se incrementa se agrupan, crecen y comienzan a invadir a otros tejidos podemos estar ante la presencia de un cáncer.

La gran mayoría de las muertes relacionadas al cáncer cervicouterino se deben a pacientes que nunca se hicieron un papanicolaou o llevaban más de cinco años sin hacérselo.

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