Preservación de la fertilidad

La preservación de la fertilidad comenzó a desarrollarse a raíz de observarse que los tratamientos empleados contra el cáncer, tanto la quimioterapia como la radioterapia producían esterilidad como efecto secundario en un porcentaje nada despreciable.

[fusion_dropcap boxed=”no” boxed_radius=”” class=”” id=”” color=””]L[/fusion_dropcap]a infertilidad asociada a los tratamientos oncológicos era un efecto adverso que carecía de importancia al lado del problema grave de salud que presentaban las pacientes. Es decir, era “lo de menos”. Afortunadamente este hecho ha cambiado y la mayoría de los médicos son conscientes de la importancia que tiene la fertilidad para un(a) paciente joven que no ha tenido hijos o que no ha completado su descendencia.

Por otra parte, a raíz de los cambios socioculturales que vivimos, la mujer busca una estabilidad laboral y económica antes de plantearse la maternidad, pero a la vez es bien sabido en nuestra área que la fertilidad va declinando con la edad. Ahí donde ha surgido la otra indicación de preservación de la fertilidad que cada vez tiene más adeptas, es la llamada indicación social.

Consiste en la aplicación de procedimientos médicos, quirúrgicos y de laboratorio para conservar la capacidad de procreación, tanto de mujeres como de varones, que por diferentes motivos de salud o sociales se encuentran en riesgo de perder su potencial reproductivo.

Preservación de la fertilidad masculina: Criopreservación de semen.

¿En qué consiste?
La criopreservación de semen es una técnica que permite mantener durante un largo periodo de tiempo los gametos masculinos

¿Cuándo se aconseja la criopreservación de semen?
Esta técnica es especialmente recomendada para todos aquellos hombres en edad fértil que quieren preservar su fertilidad, ya sea porque se tienen que someter a un tratamiento médico o por decisión propia.

La criopreservación de semen también es útil para aquellos pacientes que pueden llegar a padecer una azoospermia, debido a un bajo recuento espermático, o para aquellos pacientes que quieren someterse a una vasectomía y desean preservar su fertilidad.

En todos estos casos se recomienda utilizar algún método de preservación de la fertilidad, ya sea la criopreservación de semen o la criopreservación del tejido testicular.

La criopreservación de tejido testicular es una alternativa a la criopreservación de semen siempre que no se pueda realizar esta última. Consiste en la obtención de una porción de tejido testicular mediante una biopsia. Estos fragmentos de tejido se criopreservan y se pueden utilizar cuando sea necesario mediante las técnicas de reproducción asistida más óptimas en cada caso, habitualmente la ICSI.

¿Cuánto duran las muestras de semen congeladas?
En principio la muestra se puede conservar en nitrógeno líquido por tiempo indefinido y continuar siendo apta para la fecundación. Para que esto sea posible, los espermatozoides son protegidos con un medio crioprotector que permite la durabilidad de las muestras congeladas en nuestra clínica de fertilidad.

Se han llegado a obtener embarazos con muestras que llevaban hasta 15 años congeladas.

¿Cuándo está indicada la preservación de la fertilidad masculina?

  • Por razones médicas: por ejemplo antes de ser sometido a tratamientos que puedan provocar la infertilidad masculina, como por ejemplo un tratamiento oncológico o una vasectomía.

  • En tratamientos de fecundación in Vitro (aunque se vaya a emplear una muestra en fresco, disponer de una muestra congelada evita algunos imprevistos y crea una mayor tranquilidad en la pareja).

  • Cuando la fertilidad masculina esté en peligro debido a un deterioro progresivo por causa conocida o desconocida de las características de los espermatozoides.

  • Cuando los recuentos espermáticos son tan extremadamente bajos que hagan aconsejable la acumulación de espermatozoides procedentes de diversos eyaculados.

Preservación de la fertilidad femenina: Vitrificación.

¿En qué consiste?
La vitrificación es una técnica de criopreservación que puede realizarse tanto en embriones como en ovocitos. Consiste en un sistema de congelación ultrarrápido que utiliza crioprotectores que evitan la formación de cristales de hielo en el interior de la célula. El proceso hace que se solidifique la célula. Con este sistema de congelación los porcentajes de supervivencia son superiores al 80 por ciento. Es decir, que de esta manera existen ya bancos de ovocitos

¿Quién podría ser candidata a este tratamiento de fertilidad?
Aquellas mujeres que por motivos diversos como compromisos laborales o falta de pareja principalmente ven que van cumpliendo años y no encuentran el momento de ser madres. Habitualmente son mujeres que tienen claro que quieren formar una familia en un futuro pero que les inquieta el paso del tiempo. ¿Puede ser que cuando quieran ser madres ya no tengan la edad adecuada?

¿Cuánto tiempo pueden permanecer vitrificados los ovocitos?
No hay problemas de tiempo. Los ovocitos pueden permanecer vitrificados de manera indefinida. No se ha observado que con el paso del tiempo al desvitrificarlos disminuya su calidad.

¿Cuándo está indicada la preservación de la fertilidad femenina?

  • Para preservar la fertilidad: La vitrificación de óvulos ofrece la posibilidad de combatir los efectos que el paso del tiempo ejerce sobre el sistema reproductivo de la mujer. Especialmente a partir de los 35 años, se puede hablar de un deterioro que se concreta en:

    1. Una reducción progresiva de la fertilidad debido al envejecimiento de los ovarios.
    2. Una reducción progresiva de las posibilidades de que si se logra el embarazo nazca un niño sano.
  • Por ello, esta técnica está indicada en mujeres jóvenes de entre 30 – 35 años sin pareja o que simplemente desean voluntariamente posponer su maternidad.

  • Por razones médicas: por ejemplo antes de comenzar un tratamiento oncológico que puedan producir infertilidad (la quimioterapia y radioterapia producen daños irreversibles en los óvulos).

  • Por razones ético-morales: La vitrificación de óvulos ofrece la posibilidad de evitar la congelación de embriones a aquellas parejas que debido a sus creencias no por razones desean ser transferidos, congelándose el resto de óvulos (en lugar de los embriones como se hace de manera convencional) para su posible posterior uso.

  • Para aumentar las posibilidades de embarazo en mujeres con poca reserva ovárica.