Apoyo emocional cuando hay dificultades reproductivas
Los métodos anticonceptivos han permitido a las parejas decidir cuándo tener hijos, sin embargo, el poder controlar la anticoncepción no significa controlar la fertilidad.
Hasta que la pareja decide mantener relaciones sexuales sin protección, no está al tanto de la posibilidad de tener problemas de fertilidad.
Una pareja en edad fértil que mantiene relaciones sexuales regulares, tiene entre un 20 y un 40% de posibilidades de embarazarse cada mes, pero si después de un año no se ha conseguido el embarazo, se debe consultar con un especialista en Medicina de la Reproducción, con el fin de que inicie el estudio de la pareja para conocer cuál es la causa o causas que dificultan la gestación.
Querer tener hijos no es igual que poder tenerlos.
Querer se relaciona con lo que se piensa y con el pensamiento funcionamos en el mundo laboral, familiar y personal. Cuando la pareja piensa en “vamos a tener un bebé ” dan inicio las expectativas, emociones y pensamientos acerca de cuándo se dará el acontecimiento, el mes, el signo que tendrá, si es un buen momento laboral, incluso los nombres de los bebés se empiezan a buscar, además de la elección de los días más fértiles para conseguir el embarazo. Los primeros meses en los que no sucede el embarazo, los pensamientos son positivos, todos saben que no siempre se consigue al primer mes. Sin embargo, sentimientos como la alegría y la esperanza, la desilusión y la frustración, están presentes mes a mes en espera del embarazo deseado. Como se ve, en el querer tener hijos, las emociones juegan un papel importante.
El aceptar que existen dificultades reproductivas es uno de los eventos más estresantes en la vida de las parejas. Un alto porcentaje de parejas sufren de estrés, alcanzando elevados niveles de ansiedad y en muchos casos síntomas depresivos.
Un proceso de reproducción asistida implica la vivencia del diagnóstico, exámenes, procedimientos quirúrgicos en ocasiones, inicio de tratamiento, la espera de resultados (logro o no de un embarazo), las cuales pueden generar desgaste físico y emocional. La estabilidad de la pareja se altera, la calidad de vida se ve afectada por la presencia de miedos, preocupaciones, inseguridades, cambios de comportamiento y la ansiedad propia de cada etapa del procedimiento.
Por esto es importante contar con apoyo emocional al iniciar un procedimiento de reproducción asistida, éste apoyo procura ayudar a la pareja a conseguir un mayor equilibrio. La asistencia a un especialista en el área de psicología en reproducción facilitaría: