Embarazo después de los 40
Hemos llegado a un punto en el que existe un conflicto entre la edad para ser madre en nuestra sociedad actual y la edad biológica para ser madre.
Aunque suene descabellado, desde el punto de vista biológico, una mujer está preparada para ser madre tras un año con la menstruación de forma regular, hacia los 16 años.
Su fertilidad se mantiene intacta hasta los 27 años, donde comienza a descender un poco y a partir de los 35 años, su calidad ovocitaria desciende de forma drástica. Sin embargo, a los 16 años seguimos en la escuela y no estamos preparadas ni psicológica ni económicamente para formar una familia.
Entre desarrollar una carrera profesional, tener una estabilidad emocional, económica y buscar pareja (la que así lo desee) nos planteamos con treinta y tantos años ser madres.
En los últimos años, con el desarrollo de las técnicas de reproducción asistida, es posible que muchas mujeres que buscan quedarse embarazadas con más de 40 años consigan su objetivo.
Gracias a tratamientos como la fecundación in vitro se aumenta la probabilidad de embarazo, cuando aún hay adecuada reserva ovárica, sin embargo, si la reserva ovárica es muy baja se puede recurrir a la donación de óvulos para poder conseguir su objetivo de embarazo.
Las donantes son chicas sanas y jóvenes que donan sus óvulos a los centros de reproducción para que los utilicen mujeres con problemas de fertilidad. Estos óvulos son fecundados en el laboratorio y posteriormente los embriones de mejor calidad se transfieren a la paciente, aumentando la tasa de éxito comparado con una FIV con óvulos propios. De esta forma, muchas mujeres consiguen cumplir su sueño, ser mamá con más de 40.
También es posible “engañar” al cuerpo vitrificando (congelando) los óvulos a edades con mayor potencial reproductivo (25-30 años), es decir, edades en que la reserva ovárica es elevada, para poder realizar posteriormente la búsqueda del embarazo a través de un proceso de FIV.
Con la vitrificación se evita tener que recurrir en un futuro a la donación de óvulos y poder así realizar un procedimiento de fertilidad con sus propios ovocitos para transmitir su descendencia genética.
No obstante, con la vitrificación de óvulos a edades jóvenes o la donación de óvulos solucionamos el problema de infertilidad relativo a la reserva ovárica, pero no eliminamos los posibles riesgos derivados de la edad en relación a la gestación, como por ejemplo, diabetes gestacional, e hipertensión arterial, entre las más frecuentes.
En cuanto a riesgos para el bebé se pueden presentar:
La parte psicológica también es afectada de manera importante, ya que, hay muchas preguntas sobre si tendremos la tolerancia suficiente para educar a un bebé, si será posible disfrutar de un hijo y poder llegar a verlo en su etapa adulta, si se tendrán la energía necesaria para poder disfrutar junto con él de juegos y placeres de cada etapa de su vida.
Es algo natural
Son muchas las dudas e incertidumbre sobre lo que engloba ser padres después de cierta edad, por lo que, es importante una vez que decidan ser padres a los 40 buscar asesoramiento psicológico.