Cambia tus pensamientos. Según los especialistas, el cerebro no puede concentrarse en dos cosas al mismo tiempo, así que si los pensamientos durante la espera te generan mucha ansiedad, concéntrate en otra cosa. Imagina un viaje, el destino, qué ropa usarías, cuánto gastarías, quién te acompañaría. O busca una meditación guiada que te permita pensar en otras cosas más positivas.

Ocúpate. Si trabajas, hazlo al cien por ciento. Si estás en casa, lee un libro, haz una manualidad, mira una película, sal a caminar (si el médico está de acuerdo), ordena ese estante que te espera desde hace semanas.

Si tienes dudas, llama a tu médico, no te quedes con preguntas, pues eso ocupará tiempo que podrías dedicar a estar tranquila y relajada.

Si no necesitas reposo, lleva tu vida lo más normal que puedas. Haz que tu tiempo sea productivo.

Evita mirar series violentas de televisión, reduce al mínimo el consumo de noticias. Sería un buen momento para concentrarte en buscar noticias que hablen bien de la humanidad. Eso también te dará seguridad y tranquilidad.

Mira internet con moderación y no creas todo lo que lees. Si es posible, solo lee aquello que provenga de instituciones serias y médicos con mucha experiencia en el área. La ansiedad que produce la información mal procesada es muy negativa.

Cuida tu alimentación y bebe suficiente agua. Embarazarte va a requerir ligeros cambios que provean bienestar al bebé y a ti misma. Este es un buen momento para empezar a cuidarte, a la vez que te hará sentir que estás haciendo algo para colaborar con tu embarazo.