Estrés y fertilidad
A pesar de que no se sabe exactamente de qué manera afecta el estrés la fertilidad de la pareja, si se sabe que reduciendo el estrés mejora la calidad de vida durante los tratamientos de reproducción asistida.
El estrés surge cada vez que nos sentimos amenazados. Ante el peligro nuestro cuerpo responde con reacciones que protegen la vida, escapando o enfrentándolo. Al adaptar estas reacciones al estrés que produce no poder concebir, vemos que muchos pacientes enfrentan con temor tratamientos o procedimientos, o se alejan de los que aman para evitar ser juzgados o ser objetos de lastima, o en ocasiones, simplemente se niegan a enfrentar el problema retrasando el buscar ayuda.
A pesar de que reducir el estrés no garantiza conseguir un embarazo, sí sabemos que las decisiones que se toman en estados de ansiedad pueden no ser las correctas. Por esto se recomienda bajar los niveles de estrés para que los pacientes se permitan buscar las mejores alternativas y de esta manera tomar las mejores decisiones con respecto a su tratamiento.
Según la Asociación Americana de Medicina Reproductiva, reducir el estrés es bueno para la salud y aunque se sabe que nadie inicia un tratamiento de fertilidad libre de estrés, afirman que encontrar manera de reducirlo mientras dura el tratamiento, ayuda a llevar la carga del tratamiento de fertilidad y los diferentes protocolos médicos de forma más exitosa.
Entre las técnicas que se recomiendan para reducir los niveles de ansiedad están:
También es importante reconocer que es muy difícil ser el responsable de la propia infertilidad, no sirve de nada sentirse culpables ante algo que no está en nuestras manos controlar. Inclusive la ligadura de trompas, es necesaria en el momento en el que se toma la decisión de hacerla, nunca esperamos equivocarnos cuando elegimos pareja. Es básico entender que es una enfermedad que no es definitiva, que tiene solución.
“Solo hay que asumir el reto de enfrentar el problema, buscar a los especialistas y entregarse de corazón al logro de esta meta reconociendo que un poco de estrés es normal, pero que no debe tener tanto poder como para detenernos e impedirnos lograr lo que deseamos.”